LA GRIPE EN NUESTRA HISTORIA

Alfredo Cardona Tobón*
    La gripe fue una de las causas de la despoblación indígena en América

Los españoles trajeron la gripe, la viruela, la lepra; con los africanos vino la viruela, el paludismo, la anemia y varias enfermedades venéreas. Esas enfermedades combinadas, o solas, arrasaron a las comunidades indígenas, cuyos organismos carecían de defensas para contrarrestarlas, de tal manera que ciento treinta años después de la llegada de Colón, había desaparecido el 95% de la población nativa de América.

EMPIEZA LA DEVASTACIÓN

En el segundo viaje de Colón, el almirante recaló en la isla de La Gomera en las Canarias y allí embarcó ocho marranas preñadas con destino a las Antillas. Alguno de esos animales tenía el virus de la gripe, que trasmitió a las otras puercas y a la marinería.
Cuando el genovés desembarcó en La Isabela, llegó con fiebre alta, gran postración y dolor en todo el cuerpo, es decir, con los síntomas de una gripe virulenta.
Desde la llegada, el diez de diciembre de 1493, el almirante estuvo postrado. Apenas pudo levantarse dos meses después y continuar sus viajes por el Caribe. Mientras tanto el virus se extendió por toda la isla de La Española. Los cronistas coinciden en señalar las manifestaciones de la gripe porcina y el breve tiempo de incubación, que descartaba la malaria y la fiebre amarilla.
El mal fue mortal en Santo Domingo. Entre 1493 y 1518 las sucesivas epidemias extinguieron a las comunidades de tainos, sibuyos, boriques y caribes.  Por testimonios de Colón, de  Fray Bartolomé de las Casas y de Antonio Herrera, se puede afirmar que la mayor parte de ese desastre se debió a la gripe porcina llevada por los marranos de La Gomera.
Los indígenas presentaron alguna inmunidad a las bubas venéreas de los africanos y muchos se libraron de la viruela, pero su fragilidad fue enorme ante las infecciones respiratorias, en tal forma que Fray Bartolomé de las Casas, llegó a afirmar que el hálito, o respiración de los españoles, era fatal para los nativos.

LA GRIPE SE EXTIENDE POR LA COSTA FIRME

Según testimonios de los cronistas, en el año 1518, apenas sobrevivieron 15600 aborígenes de los cuatro millones de americanos que vivían en Santo Domingo a la llegada de los europeos,
Cuando la gripe llegó al continente la mortandad fue similar a la de las Antillas. De los sesenta mil quimbayas que se calcularon en 1539, un siglo más  tarde sólo quedaron 1629 individuos y la tragedia fue igual entre los irras y demás tribus de la banda izquierda del río Cauca.
Las epidemias de gripe y viruela  mermaron las poblaciones americanas y fueron la causa de enormes desplazamientos, pues los indígenas abandonaron los territorios ancestrales para huir de las  epidemias que los azotaban.
Sin drogas ni protocolos sanitarios, la gripe solamente respetó a las comunidades aisladas en lo más profundo de las selvas. Se llegó a creer que era un castigo divino a los pueblos que no habían abrazado el cristianismo y se tomó el bautismo como una posible cura de la enfermedad.

LAS EPIDEMIAS DE GRIPE

Hace 2400 años  el griego Hipócrates describió los síntomas de la enfermedad. En la antigüedad la gripe hizo estragos en Europa y en Asia y estacionalmente ha continuado causando miles de muertos en todo el mundo. Los registros llevados desde 1510 enumeran 32 pandemias de gripe, o sea extendidas por todo el mundo. Cinco de esas pandemias se han presentado en el siglo veinte y en el Siglo XXI , aparece la primera  que se ha ido extendiendo desde Méjico.

Luego de la hecatombe de los indios americanos, la gripe más letal fue la llamada “Gripe Española”, cuyos brotes aparecieron en Brest, Inglaterra, en Boston, USA, y en Freetown, África. Esta enfermedad se extendió rápidamente entre 1918 y 1919 con un saldo fatal de 25 millones de muertes en menos de seis meses.
En 1957 se presentó la gripe asiática, que tan duramente golpeó a Colombia, y en 1968 nos llegó la gripe de Hong Kong, que aunque menos mortíferas que la española, también provocaron millones de muertos en todo el mundo

TIPOS DE GRIPE

La gripe común, que se presenta estacionariamente, pertenece a la cepa A subtipo H3N2.
El virus A se encuentra en las aves y de allí pasa a los cerdos y a las personas. El tipo B sólo infecta a la especie humana y el tipo C, que es muy escaso, tiene efectos nimios que pasan inadvertidos.
La gripe asiática fue de tipo A, subtipo H2N2, la de Hong Kong, tipo A, subtipo H3N2 y la actual pandemia corresponde a una cepa A-H1N1.
La gripe común tiene mayor tasa de mortalidad entre niños y ancianos, la española atacó con preferencia a la población joven, como parece hacerlo la gripe porcina actual, pues dicen los entendidos que son cepas mutantes para las cuales los organismos aún no han desarrollado defensas.
Para la viruela, la lepra, el paludismo y hasta para el cólera, el ingenio humano ha encontrado manera de defenderse, pero con la gripe no ha podido. Quizás por mucho tiempo los métodos profilácticos e higiénicos y la prevención serán los medios para evitar los desastres apocalípticos del pasado.

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